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  GESTIóN FORESTAL
 
 
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Los restos de poda y desbroces, clareos, etc, cuyo destino era su trituración o quema en el monte, han sido los primeros en utilizarse con fines energéticos.
El sector de las energías renovables ha tenido un gran desarrollo en los últimos años, previéndose su aumento para conseguir entre otros, los objetivos señalados en la normativa comunitaria (1), la cual establece como obligatorio a nivel nacional el alcanzar una cuota del 20% de energía procedente de fuentes renovables. En este ámbito, el sector forestal no puede quedarse a un lado.

Nuestros montes pueden proporcionar suficiente materia prima que, convenientemente transformada, nos puede proporcionar energía eléctrica a través de instalaciones específicas o bien energía térmica, logrando así el calor necesario para nuestros hogares, lo que constituye una oportunidad de aprovechamiento, aplicando siempre los criterios de gestión forestal sostenible.

A lo largo de estas líneas, se ofrecerá una primera aproximación a este recurso y a todas las actuaciones que dentro del ámbito de la biomasa forestal y su aprovechamiento energético se están desarrollando en Castilla-La Mancha.

  
 
Desde la administración se apoya a los propietarios forestales para mejorar los beneficios de sus territorios.
¿Qué es la Biomasa?
 
 
La Estrategia Marco para el Desarrollo Energético de Castilla-La Mancha define biomasa como el conjunto de toda la materia orgánica procedente de la actividad de los seres vivos presentes en la biosfera. A la parte aprovechable energéticamente se la conoce como biomasa energética o simplemente biomasa.

Así, cuando oímos hablar del término biomasa, generalmente lo unimos al aprovechamiento energético de este recurso, bien sea para su destino térmico, bien para eléctrico.

A pesar de que la expresión biomasa engloba a la totalidad de la materia orgánica, el aprovechamiento energético del recurso se ha venido realizando principalmente sobre la parte que no tiene un destino comercial, es decir, la de menor tamaño; se puede así obtener beneficio sobre un producto que se consideraba exclusivamente como un residuo.

De esta forma, tanto la Directiva 2009/28/CE relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, como el Real Decreto 661/2007, por el que se regula la actividad de producción de energía eléctrica en régimen especial, definen biomasa como la fracción biodegradable de los productos, subproductos y residuos procedentes de la agricultura (incluidas las sustancias de origen vegetal y de origen animal), de la selvicultura y de las industrias conexas, así como la fracción biodegradable de los residuos industriales y municipales.

Se podría clasificar entonces la biomasa según el origen del producto, ya sea agrícola o forestal, centrándose este artículo en la aportación del sector forestal.

Las primeras actuaciones con finalidad energética en el ámbito forestal se han realizado sobre las fracciones de menor tamaño (restos de poda y desbroces, clareos, etc), obtenidas tras los aprovechamientos forestales y cuyo destino era o su trituración o la quema de los mismos en el monte.
Beneficios y ventajas del aprovechamiento energético de la biomasa forestal
 
 
Gracias al aprovechamiento energético se convierte en un recurso lo que antes era considerado un residuo
Son muchas las razones por las que se ha apostado por el apoyo a este sector, ya que del análisis realizado sobre estos aprovechamientos, y la importancia de las ventajas y beneficios que se obtienen con los mismos, los logros que se están consiguiendo, son sumamente positivos para el entorno rural regional.

Asimismo, no debemos olvidar que dentro de la complicada coyuntura económica en la que nos encontramos, surge la necesidad de fomentar este recurso implicando tanto a la propiedad como a la industria, y asegurando la sostenibilidad y el suministro del producto.

Como primer aspecto a destacar en relación con las ventajas de este aprovechamiento, se encuentra el que la valorización energética de los productos forestales conlleva otorgar importancia a bienes que anteriormente no la tenían, incrementando con ello la gestión que se realiza sobre nuestros montes. De esta forma, se consigue una mejora de las condiciones de los terrenos forestales, disminuyendo la carga de combustible y con ello el riesgo de incendios forestales, al tiempo que se mejoran las condiciones fitosanitarias de nuestros montes. Con la realización de estos trabajos, se mejoran a su vez las condiciones de transitabilidad, y con ello las labores de vigilancia, gestión, y disfrute de estos territorios.

Porcentajes por provincia de biomasa forestal residual en Castilla-La Mancha
 
Además, no nos podemos olvidar de la importancia de estos trabajos en el mundo rural, ya que proporcionan ingresos para los propietarios de los montes y generan puestos de trabajo y estabilidad, lo cual favorece el mantenimiento de la población en zonas con dificultades demográficas. En este sentido, el sector de la biomasa es con diferencia, entre las energías renovables, el que mayor potencial de empleo tiene, por lo que es un aspecto que no se puede dejar de lado.

Por último, cabe señalar su relevancia en cuanto a la contribución para el cumplimiento de compromisos detallados en planificaciones sobre energías renovables y el Protocolo de Kyoto, aumentando la diversificación energética y, con ello, disminuyendo la dependencia externa para el abastecimiento de combustibles.
Datos generales
 
Castilla-La Mancha, tercera comunidad española por extensión, ocupa una superficie de casi 8 millones de hectáreas (2), de las que unos tres millones y medio se consideran terreno forestal; esto supone el 45% de la superficie regional y el 13 % de la superficie forestal española.

El territorio regional, además de localizarse de forma privilegiada dentro de la región mediterránea, lo que permite la existencia de un rico conjunto de ecosistemas de gran valor natural, alberga un amplio conjunto de masas forestales, algunas de origen antrópico derivadas de procesos de repoblación, y otras muchas naturales, que nos aportan múltiples beneficios y sobre las que se llevan a cabo actuaciones para su conservación, mantenimiento y mejora, siguiendo los principios de la gestión forestal sostenible. De esos tres millones y medio de hectáreas de terreno forestal, el 77% se encuentra arbolado y el 23% restante ocupado por matorral, pastizal y herbazal.

Según el VI Estudio de inversión y empleo en el sector forestal (3) y atendiendo a la importancia que tiene el sector forestal en el conjunto de las inversiones totales de la Comunidad Autónoma, Castilla-La Mancha destaca con un porcentaje de inversión forestal del 7,61% en el año 2008. Por otra parte, y en lo que a términos absolutos se refiere, nuestra comunidad es la cuarta en cuanto a inversión en el sector forestal, después de Andalucía, Castilla y León y la Comunidad Valenciana.
Cuantificación de biomasa forestal residual (fracción arbolada)
 
Localización de biomasa forestal residual (fracción arbolada)
 
Biomasa forestal residual
 

  
 
Entre las energías renovables, el sector de la biomasa es con diferencia el que presenta un mayor potencial de empleo.

Tras conocer estos datos generales, centramos nuestra atención en el aprovechamiento de la biomasa forestal residual, es decir, aquélla que no dispone de un valor comercial y que se genera a partir de los tratamientos selvícolas tradicionales.

Castilla-La Mancha cuenta con unos tres millones y medio de hectáreas de terreno forestal
 
Para ello, nos basaremos en la metodología establecida en la Estrategia Española para el desarrollo del uso energético de la biomasa forestal residual, redactada al amparo de lo señalado en la legislación forestal (4), y que permite localizar y cuantificar el recurso según una metodología con base científica, obteniendo resultados comparables con otras Comunidades Autónomas. La localización del recurso se realiza siguiendo unos criterios físicos (altitud, pendiente, fracción de cabida cubierta, espacios protegidos) y la cuantificación deriva de las posibilidades de las especies más importantes en cuanto a generación de biomasa.

De esta forma, contar con los resultados aportados por este análisis teórico nos permite disponer de resultados globales que apoyen la toma de decisiones, y ha supuesto el punto de partida para conocer la importancia de este recurso en Castilla-La Mancha.

En España, se estima en más de 200 millones de toneladas la biomasa forestal residual actualmente existente, siendo Castilla-La Mancha la primera comunidad autónoma, alcanzando un 18% del total nacional. Asimismo, es la tercera comunidad, por detrás de Castilla y León y Galicia, en cuanto a posibilidad anual susceptible de aprovechamiento, con algo más de 600.000 toneladas al año.


Si analizamos estos datos generales, comparándolos con la localización de los montes públicos, se resuelve que el 50% de la posibilidad anual de generación de biomasa forestal residual se encuentra en los montes públicos, siendo un 11%, el porcentaje en los montes cuya propiedad corresponde a la Junta de Comunidades.
Actuaciones Concretas
 
 
Ubicación de parcelas para toma de datos en campo
Ya en el año 1994, el Plan de Conservación del Medio Natural incluyó entre sus objetivos generales “asegurar la persistencia y mejora de las masas forestales y sus diversas capacidades productivas”, y “garantizar las utilidades múltiples y en especial los aprovechamientos tradicionales del monte y su gestión sobre una base científica de desarrollo sostenible”.

Continuando con estas directrices y en el marco que la Ley estatal (4) estableció para todo el territorio español, la Ley 3/2008, de Montes y Gestión Forestal Sostenible de Castilla-La Mancha promueve la restauración, mejora, sostenibilidad y aprovechamiento racional de los montes, estando sus principios inspiradores enmarcados en el concepto fundamental de la gestión forestal sostenible.

  
 
Castilla-La Mancha se encuentra entre las comunidades autónomas con mayor cantidad de biomasa forestal residual susceptible de aprovechamiento.

Propiedad de las teselas de biomasa forestal residual (fracción arbolada)
 
Dentro de este marco general se encuadran todas las actuaciones que se están impulsando para el aprovechamiento sostenible de los recursos de nuestros montes y su destino específico para la generación de energía.

Las ya conocidas líneas de ayudas para la realización de tratamientos selvícolas en montes, directamente vinculadas a la prevención de incendios o, de forma general, para la mejora de las condiciones de estas masas forestales, han visto incrementadas su cuantía en caso de destinar el producto a la valorización energética del mismo, pudiendo obtenerse hasta 500 euros adicionales por hectárea.

Desde las consejerías competentes en materia de energía y de medio ambiente se continúa trabajando en la coordinación de actuaciones sobre política energética. Siguiendo esta línea, cabe destacar el apoyo a la implantación de energías renovables, entre las que se encuentra la biomasa, subvencionando las instalaciones de producción de energía térmica para uso doméstico o en edificios, utilizando como combustible la biomasa, y financiando los equipos de campo para el astillado o empacado, siempre que se trate de maquinaria para el tratamiento de la biomasa en campo para uso energético.

Directamente conectada con la producción de energía térmica está la puesta en marcha de proyectos para abastecer a diversas edificaciones de calefacción y agua caliente a través de la energía producida por estos productos forestales, de los que poco a poco vamos teniendo experiencias muy positivas.


 
Simultáneamente, avanzamos en la mejora de la cuantificación del recurso, comparando y completando los datos iniciales recogidos en la Estrategia Española; para ello, se está elaborando una metodología para la toma de datos en campo y posterior análisis, aprovechando para ello los trabajos promovidos desde la Administración. Gran parte de los mismos serán los trabajos preventivos contra incendios forestales, completándose los datos con los tratamientos selvícolas cuyo destino sea energético y sobre los que se cuenta con la cantidad real obtenida en campo, lo que permitirá comparar esta información con los resultados teóricos disponibles.

A fin de optimizar la gestión de los aprovechamientos forestales se está promoviendo también la puesta en marcha de acuerdos de explotación que permitan el aprovechamiento conjunto de varios montes durante un periodo de tiempo, en relación con un instrumento de gestión forestal; se fomenta así la continuidad del aprovechamiento y el apoyo a los propietarios forestales a fin de que mejoren los beneficios de sus territorios.


Por último, hay que significar el papel que los cultivos energéticos de especies forestales tienen en el sector, y que complementan los resultados obtenidos con los tratamientos realizados en las masas forestales. Así, plantaciones de especies de crecimiento rápido como chopos y sauces, permiten conseguir un buen complemento a los productos obtenidos con otros tratamientos selvícolas.

  
 
  1. Directiva 2009/28/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de abril de 2009, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables y por la que se modifican y se derogan las Directivas 2001/77/CE y 2003/30/CE (Diario Oficial de la Unión Europea L 140 de 5 de junio de 2009)

  2. JCCM (2006). Los Montes de Castilla-La Mancha

  3. ASEMFO. VI Estudio de Inversión y Empleo en el Sector Forestal (2007-2008)

  4. Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes. BOE núm. 280 de 22 de noviembre de 2003
Abreviaturas:
BFR: biomasa forestal residual
MF50: mapa forestal 1:50.000
Darío Fco. Dolz Fernández
Director General de Política Forestal
politicaforestal@jccm.es
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©2020. Consejería de Desarrollo Sostenible.
Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha