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ECONOMíA CIRCULAR EN CASTILLA-LA MANCHA TODOS JUNTOS DAMOS EL PASO
EL PARQUE NATURAL DEL ALTO TAJO CONMEMORA SU 20 ANIVERSARIO
HORIZONTE 2030 ESTRATEGIA DE EDUCACIóN AMBIENTAL DE CASTILLA-LA MANCHA
DIBUJANDO LA BIODIVERSIDAD
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Definir qué es la economía circular no es fácil y hoy en día encontramos diferentes definiciones y varias tendencias enmarcadas en el mismo concepto, lo que puede dar lugar a una cierta confusión, pero sí hay consenso es que este término se asocia a un nuevo modelo económico que busca mantener los materiales, los productos y sus componentes en circulación en las cadenas de valor, reintegrándose cuando terminen su vida útil.

El por qué se ha hecho necesario el concepto tiene su origen en el cada vez más preocupante escenario de desafíos globales que enfrentamos: escasez de recursos, aumento de la demanda, fluctuación de precios, degradación de ecosistemas y externalidades negativas generadas que ponen en peligro la sostenibilidad de nuestro entorno y la seguridad de ciudadanos.

El cómo hemos llegado a este escenario de desafíos tiene su base en el modelo de crecimiento y sistema de bienestar en el que vivimos desde la revolución industrial basado en el empleo de distintos recursos naturales, que tras ser transformados dentro de la cadena de producción e incorporados a la cadena de consumo acababan convertidos en residuos. Es el modelo basado en “extraer, producir, consumir y tirar” conocido como modelo lineal.

Cabría la posibilidad de pensar que podemos mantener este modelo actual, me permitiré solo dar un dato: Naciones Unidas estima una población global de 9.100 millones de personas en 2050, lo que evidencia que necesitaríamos casi 3 planetas Tierra para proporcionarnos los recursos naturales necesarios para mantener los modos de vida actuales.

El escenario de desafíos también se hace evidente en nuestra región, es necesario reducir los actuales volúmenes de residuos y de emisiones de gases de efecto invernadero. Nosotros, como el resto del planeta, también necesitamos un cambio de modelo, pero antes debemos tomar conciencia de la necesidad del cambio, saber realmente a qué nos enfrentamos, qué implica la inacción y qué implica el cambio, tomar conciencia de sus beneficios, de los cambios que supone y sobre todo, conocer su potencial.

  
 
Mantener el modelo lineal actual implica que necesitaríamos 3 planetas Tierra para proporcionarnos los recursos naturales necesarios para los modos de vida actuales.

Nos encontramos por tanto ante un modelo regenerador por definición que nos obliga a diseñar tanto los productos como los procesos con este carácter circular en la mente.

Es evidente que como en toda transición y cambio alguien ha de liderarla. En nuestro caso, es la Comisión Europea quien ha asumido el liderazgo y ha establecido una ambiciosa hoja de ruta hacia una economía circular neutra desde el punto de vista climático, en la que el crecimiento económico se desvincula del uso de los recursos. En 2015 diseñó su Plan de Acción para la Economía Circular bajo el lema “cerrar el círculo” un plan que pretende convertir Europa en un referente de la economía circular, involucrando a consumidores y empresas en ese proceso de transición y disponiendo de un marco normativo antes del año 2020 que permita el desarrollo de las premisas de la economía circular en el mercado único, que “transmita señales claras a los operadores económicos y a la sociedad en general sobre el camino a seguir a largo plazo.

Sobre la base de 2015, el 11 de marzo de 2020, la Comisión Europea adoptó el Plan de Acción de Economía Circular, con el objetivo de hacer que la economía sea apta para un futuro verde, fortalecer la competitividad al tiempo que se protege el medio ambiente y se otorgan nuevos derechos a los consumidores.

También el Gobierno Central a través del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico trabaja en la transición. En febrero de 2018 fue publicado el borrador de la “Estrategia Española de Economía Circular. España 2030”, el cual representa el marco estratégico y de actuación para facilitar y promover la transición hacia la economía circular a partir de la colaboración entre la Administración general del Estado, las comunidades autónomas, las entidades locales y los demás agentes implicados, en especial, productores y consumidores de bienes y ha sido en junio de 2020, cuando se ha publicado la Estrategia Española de Economía Circular, “España Circular 2030” la cual se materializará a través de sucesivos planes de acción trienales, una estrategia en línea con las actuaciones y acciones impulsadas en el marco de la Unión Europea, como el Pacto Verde Europeo, y los dos Planes de la Comisión Europea en esta materia citados con anterioridad.

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En nuestra región, conscientes de la importancia de los principios y objetivos de la economía circular y de la necesidad de los mismos para un cambio social y de modelo productivo, económico y de consumo, y de que estos deben tener fuerza coactiva para que puedan imponerse como principios rectores de toda la política económica y social de la región, el 29 de Noviembre de 2019, las Cortes de Castilla-La Mancha aprobaron la Ley 7/2019 de Economía Circular de Castilla-La Mancha.

  
 
El modelo de economía circular permite desvincular el crecimiento económico del consumo de recursos y del deterioro ambiental, hacer frente a los desafíos ambientales y generar oportunidades empresariales.

 
Una Ley que nos ha marcado un antes y un después, una Ley que nos marca la hoja de ruta y el guión a toda la región, tanto a las Administraciones, como a las empresas y a la ciudadanía. Una Ley que establece la necesidad de elaborar una estrategia regional de economía circular por parte de la Consejería competente en materia de medio ambiente, actualmente Consejería de Desarrollo Sostenible, en coordinación con las Administraciones implicadas y las consejerías que ostenten competencias de agua, energía, industria, economía, hacienda, comercio, consumo, educación, suelo y ordenación del territorio.

En la Dirección General de Economía Circular cogimos el guante ese 29 de noviembre de 2019 y hemos trabajado desde entonces en la elaboración de la Estrategia Regional de Economía Circular 2030 con un proceso abierto a la participación, más allá de la participación que nos marca el proceso administrativo. La creación de grupos de trabajo y las diversas reuniones con todos los agentes implicados de la región nos ha permitido tener una visión global y completa de la situación actual y de las barreras existentes, así como de las fortalezas y oportunidades en cada provincia. Y durante el proceso hemos sido conscientes de la necesidad de diseñar una estrategia global pero actuando desde lo local.

 
No podía ser de otra manera en una Comunidad con tanta diversidad y con características propias en cada provincia, diferentes unas de otras. La realización de un diagnóstico en materia de economía circular nos ha permitido definir los ejes de actuación, las líneas y las medidas y la definición de 17 áreas de implementación que cuentan con un nodo regional, el punto focal de la economía circular en cada una de estas áreas.

Hablamos de una economía circular en cada área de implementación, con enfoques distintos pero con un denominador común: la creación de un territorio circular, la transición a un modelo de producción y consumo sostenible.

Una transición que exige un cambio radical de pensamiento y visión, no sólo de empresas y administraciones, sino de toda la sociedad. Necesitamos cambios disruptivos, cambios tecnológicos, sociales y culturales.

Pero estos cambios conllevan beneficios importantes para la región, somos conscientes de ello, como conscientes somos de la necesidad de reducir nuestra dependencia de los recursos, de afrontar la emergencia climática y los retos ambientales.

Somos conscientes que hacer realidad la economía circular requiere un esfuerzo y es uno de los grandes retos de nuestro tiempo pero es posible y es beneficioso y no vamos a dejar pasar la oportunidad que tenemos en nuestra mano de hacerlo. Es una oportunidad demasiado buena para perderla.

  
 
La puesta en marcha de la Estrategia se basa en una implementación por áreas en función de las características, oportunidades y necesidades en cada una de ellas, pero con un denominador común: la creación de territorios circulares.

Esta oportunidad nos anima a avanzar, a formarnos e informarnos. A ser curiosos, a querer formar parte del cambio. Y no es de extrañar que conceptos como ecodiseño, simbiosis, valorización sinergia y alianzas estén empezando a formar parte de nuestro vocabulario, lo que denota que la economía circular empieza a calar en nuestra región.

Y entonces ¿te sumas al cambio, das el paso?
 
Para hacer real la implantación de la estrategia regional, necesitamos un plan de acción, en el que estamos trabajando. Un plan con horizonte 2021-2025 centrado en los sectores estratégicos, esto es, agroalimentario, industrial, construcción y turismo. Un plan con medidas comunes para toda la región pero también con medidas específicas en cada una de las 17 áreas de implementación, un plan que camina hacia hacia la circularidad dando cumplimiento a los principios generales de la estrategia y que persigue conseguir los objetivos fijados en el misma basado en la reducción de residuos, en un aumento de la reutilización y reciclaje, en un aumento de reutilización de agua asi como del uso de energías renovables, entre otros.

No tenemos ninguna duda en afirmar que en 2030 Castilla-La Mancha será circular, queremos una comunidad con energía limpia que proceda del sol y del viento, con un aire de calidad, con los mínimos residuos y una economía descarbonizada. Esa comunidad es posible, está en nuestras manos.

Hagámoslo posible. Echemos la vista atrás en 2030 y afirmaremos orgullosos que todos fuimos parte del cambio, que apostamos por nuestra querida tierra, nuestros recursos y nuestros ecosistemas.
Marta Gómez Palenque
Directora General de Economía Circular
Consejería de Desarrollo Sostenible
economia-circular.castillalamancha.es
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