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ECONOMíA CIRCULAR EN CASTILLA-LA MANCHA TODOS JUNTOS DAMOS EL PASO
EL PARQUE NATURAL DEL ALTO TAJO CONMEMORA SU 20 ANIVERSARIO
HORIZONTE 2030 ESTRATEGIA DE EDUCACIóN AMBIENTAL DE CASTILLA-LA MANCHA
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  EDUCACIóN AMBIENTAL
 
 
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Un nuevo marco para el futuro de la educación ambiental en la región
 

Aunque cuando se comenzó a gestar la “Estrategia de Educación Ambiental de Castilla-La Mancha. Horizonte 2030” (en adelante EEA) nadie se imaginaba la problemática sanitaria, social y ambiental que se avecinaba, la pandemia a la que nos enfrentamos generada por la COVID-19 ha puesto de manifiesto que nuestra supervivencia como especie va unida inevitablemente al bienestar del planeta y la necesidad del cambio profundo que debemos acometer en el funcionamiento de nuestras sociedades.

Dentro de este cambio, no cabe duda de que la educación ambiental desempeña un papel protagonista enseñando a conocer, valorar y conservar nuestro medio y favoreciendo un compromiso y comportamiento responsable hacia él. “Es este, desde luego, el momento oportuno para que administraciones y agentes sociales concierten alianzas, retomen y refuercen los programas de acción educativa y ambiental, y los generalicen con una dimensión acorde a las exigencias de estos nuevos tiempos. Es necesario y urgente fortalecer planes de educación ambiental en el sistema educativo, revitalizar equipamientos ambientales y apoyarse en las personas que trabajan en estos campos.”*

Si las políticas y la planificación estratégica en apoyo de la educación ambiental siempre han sido importantes, en la actualidad se hace evidente la necesidad de su puesta en práctica.


La EEA promovida a través de la Viceconsejería de Medio Ambiente de la Consejería de Desarrollo Sostenible se plantea a un horizonte temporal de 5 años, de 2020 a 2025, y pretende revitalizar la educación ambiental de la región dando continuidad al Plan Regional de Educación Ambiental de 2003, que durante más de quince años ha servido de documento marco en nuestro territorio, e integrar las nuevas tendencias y agendas educativas del momento presente.

  
 
Con la aprobación de la Estrategia se busca dar un nuevo impulso a la educación ambiental en Castilla-La Mancha

Desde la ratificación en septiembre de 2015 de los actuales Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y de la Agenda 2030, se viene marcando una tendencia clara, tanto en la educación ambiental como en otros sectores vinculados, dirigida a actuar desde un punto de vista global y aunar esfuerzos para mejorar la salud colectiva del planeta en todos sus ámbitos. Este cambio de referencia está orientando la educación ambiental hacia una educación para la sostenibilidad, en la que se dé relevancia también al aspecto cultural, social, humano y económico, pero sin perder el carácter ambiental como principal eje vertebrador y seña de identidad.


La finalidad que perseguimos todos los profesionales que nos dedicamos a la educación ambiental es integrar estas visiones diferentes, con el fin de aportar soluciones globales, realistas y aplicables a la problemática actual.

 
En España, actualmente son muchos los expertos que están trabajando en este sentido y desde los diferentes niveles de la Administración. Destaca a nivel nacional la elaboración del Plan de Acción de Educación Ambiental para la Sostenibilidad (PAEAS 2020-2025) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico por medio del Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM) que se convertirá en referencia para las actuaciones a realizar en todo el territorio nacional.

En Castilla-La Mancha correspondía tomar pulso para desarrollar acciones comunes y coherentes con las nuevas corrientes globales. Con la vista puesta en 2030, se espera que esta Estrategia contribuya significativamente a avanzar en el camino de la sostenibilidad de Castilla-La Mancha, entendiendo la Educación Ambiental como una de las más potentes herramientas de las que disponen la política, la gestión y la planificación ambiental en este cometido. La aprobación de este documento en Consejo de Gobierno el pasado 2 de junio ha sido el pistoletazo de salida para comenzar a desarrollar las acciones planificadas.

La EEA inició su recorrido en 2018 con la puesta en marcha de un proceso participativo abierto a la ciudadanía y a los sectores más relevantes dentro del ámbito de la educación ambiental en nuestra región: la educación formal con el profesorado de los colegios, institutos y universidades; los educadores y educadoras ambientales que transmiten y llevan a la práctica en su día a día la sensibilización ambiental; las distintas administraciones que intervienen desarrollando programas de educación y divulgación ambiental, las empresas del sector y los gestores de nuestros espacios naturales.

 
El análisis e integración de los resultados de reuniones, sesiones de grupos de trabajo, tanto presenciales como online, encuestas sectoriales y de diagnóstico del estado de la educación ambiental en nuestro territorio, han dado como resultado un documento consolidado que recoge las aportaciones realizadas y se presenta con cinco (5) objetivos claves, doce (12) líneas estratégicas y cincuenta y cinco (55) acciones.

La EEA presenta un enfoque innovador al estructurarse en torno a cinco objetivos que se corresponden con las áreas prioritarias de acción identificadas por la UNESCO para la Educación para el Desarrollo Sostenible: Fomento de las políticas, Transformar los entornos de aprendizaje y formación, Fortalecer las capacidades educadoras, Empoderar y movilizar a la población joven y Acelerar las soluciones sostenibles en el plano local.

Entre las líneas y acciones incluidas en estas áreas se encuentran promocionar el trabajo colaborativo y en red incluyendo el trabajo con otras CCAA; favorecer el desarrollo de un convenio colectivo regional de educación ambiental; capacitar a las personas educadoras y a la población joven o facilitar la colaboración política mediante la creación de una comisión de educación ambiental con representación de las Consejerías con competencias en medio ambiente, educación, igualdad y juventud, entre otras.

 
La EEA se concibe como una oportunidad para la creación de alianzas y sinergias entre los múltiples departamentos de la administración regional, así como con otras administraciones, entidades y agentes sociales para favorecer la consecución de objetivos comunes. Esta colaboración se hace imprescindible para que su implementación sea un éxito y dota a la Estrategia de un carácter abierto tanto a los sectores implicados como a todas las personas interesadas.

En su desarrollo se pretende continuar con la voluntad de cooperación que ha caracterizado su elaboración, facilitando mecanismos de participación como la posibilidad de adhesión a un manifiesto para las empresas y organismos que desarrollen iniciativas de educación ambiental en nuestra comunidad o la posibilidad de colaboración en futuros grupos de trabajo.

Entre los principios generales sobre los que se asienta, se tiene en cuenta la incorporación de la perspectiva de género en todo el recorrido de la EEA para garantizar la igualdad de la acción pública, entendiéndola como parte imprescindible de la eficiencia y calidad de cualquier proceso educativo. Así mismo, se incorporan las particularidades del territorio autonómico de Castilla-La Mancha como el protagonismo del mundo rural, el reto demográfico o la vulnerabilidad frente a los riesgos naturales producidos por efecto del cambio climático.

La Estrategia se concibe con un carácter flexible y adaptable para poder ser una herramienta de gestión práctica y realista. Para ello cuenta con los instrumentos de revisión necesarios que permitan adaptar las acciones incluidas incorporando nuevos retos a futuro o sinergias con otras estrategias regionales aprobadas, y facilitando, también de esta manera, la alineación con el futuro Plan de Acción de Educación Ambiental para la Sostenibilidad ya mencionado y para poder nutrirse de cualquier avance o novedad significativa.


En ella se recogen ya los nuevos intereses ambientales: la acción por el clima, la producción y el consumo responsable y la introducción de la economía circular, la prevención de los riesgos naturales y la conservación de la biodiversidad, que serán algunos de los ejes vertebradores de las acciones a desarrollar en los próximos 5 años.

Por otro lado, se asume el reto de acercar la educación ambiental a la era digital aprovechando las infinitas posibilidades que ofrecen las tecnologías actuales, para complementar los recursos existentes y la imprescindible experiencia de contacto directo con la naturaleza, con nuevas opciones y herramientas que se adapten a los intereses y el lenguaje de la juventud y permitan continuar con la sensibilización ambiental en posibles situaciones de emergencia sanitaria como las pasadas.

Una vez en marcha, se está trabajando ya en base a los programas operativos anuales, en los cuales se definen las acciones y prioridades a abordar cada año, concretando y temporalizando las actuaciones elegidas, y que permitirán realizar una evaluación y seguimiento del avance en las líneas y objetivos y facilitar su retroalimentación. Así mismo, la Estrategia cuenta ya con una imagen y marca propias que facilitarán su difusión y actuarán como elemento diferenciador de sus acciones.
El mayor logro será hacer partícipes a todos los ciudadanos.
 
 
En definitiva, la finalidad última de la EEA es implicar directamente a toda la ciudadanía en la conservación del medio ambiente favoreciendo los valores y las actitudes necesarias para ello. En este sentido, será necesario fomentar el conocimiento y divulgación de nuestro entorno natural y su valor, así como de nuestras especies emblemáticas; sensibilizar sobre su fragilidad, interconectividad y nuestra dependencia del medio como especie; y concienciar sobre la necesidad de asumir un comportamiento ambiental generalizado en la sociedad que incluya hábitos como la separación de residuos en origen o el uso responsable del agua y la energía y actitudes que favorezcan el consumo responsable, la reducción del desperdicio alimentario, la movilidad sostenible o la lucha contra el cambio climático.

Se pretende llegar a la población en su conjunto, desde el público infantil, destinatario tradicional de las actividades de educación ambiental debido a su proyección de futuro, hasta nuestros mayores, quienes mantienen viva la memoria de un medio rural activo y en sinergia con su entorno. La conservación del medio ambiente es algo que atañe al conjunto de la sociedad y que solo se conseguirá implicándola desde todos los ámbitos sociales (educativo, cultural, ocio) y con todas las herramientas de las que se dispongan.

 
El gran paso que dar es evolucionar desde una educación ambiental tradicional, centrada en sensibilizar y concienciar a la población más joven, a una educación ambiental para la sostenibilidad, encaminada a conseguir la suma de acciones individualizadas que den como resultado global el desarrollo sostenible de toda nuestra región.

A los profesionales de la educación ambiental nos corresponde la ambiciosa y motivante tarea de formar a la ciudadanía con los recursos y herramientas necesarios para que puedan y sepan unirse a este proceso que ya comienza su andadura. Corresponde a la ciudadanía pararse a reflexionar qué futuro quieren para la región y obrar en consecuencia porque ahora, más que nunca, es imprescindible emprender un camino que haga posible aunar nuestra salud y bienestar económico con el medio ambiente.

Cuantas más personas se sumen a este cometido, más fácil será la consecución de los objetivos para alcanzar la sostenibilidad de nuestra sociedad y nuestro entorno. Un cometido en el que, sin duda, cada grano de arena, cuenta.
 

*“Educación Ambiental para la transición Post-COVID 19” elaborado por un grupo de expertos y difundido a través del CENEAM

  
  
 
  
  
 
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Plan de Acción 2020-2025
Elena Martín Páramo y Rafael Sanz Zanello
Técnicos de GEACAM. Equipo de apoyo a la Educación Ambiental de la Viceconsejería de Medio Ambiente
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