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RETIRADA DE PROTECTORES DE LAS PLANTACIONES DEL LIFE HUMEDALES DE LA MANCHA EN LA LAGUNA DE MANJAVACAS
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Carolina Martínez y Desislava Vasileva durante la visita al sistema tobáceo del Barranco del Soldado.
 
Los sistemas tobáceos, más conocidos popularmente como tobas, son depósitos sedimentarios generados por la presencia de aguas ricas en carbonatos gracias a procesos de precipitación físico-química y/o biológica. Su presencia es una respuesta sedimentaria de la dinámica kárstica y se asocia a comunidades vegetales de musgos y hepáticas (briófitos) propias de ambientes de alta humedad. La conservación y protección de las formaciones tobáceas son prioritarias por sus altos valores ecológicos, paisajísticos y culturales, así como por la vulnerabilidad a la degradación que le confiere el hecho de que su formación y desarrollo dependan estrechamente de determinados factores físico-químicos, biológicos y ambientales [1]. Así lo reconoce su inclusión como hábitat de interés prioritario (*) en el listado de Hábitats de Interés Comunitario (HIC) de la Directiva Hábitats, con el código 7220 y la denominación “Manantiales petrificantes con formación de tuf (Cratoneurion)”. Sin embargo, la interpretación de esta denominación para el HIC 7220*, que aún se mantiene a nivel comunitario, restringe los sistemas tobáceos a los ligados a manantiales petrificantes (Foto 1), que son solo una pequeña parte de las tipologías existentes, dejando fuera enclaves con una significación ecológica a nivel de hábitat tan importante como la de los manantiales.
Nueva definición del HIC 7220* adaptada a España
 
En España, los sistemas tobáceos se localizan en numerosas regiones kársticas peninsulares e insulares en muy variados ecosistemas y emplazamientos geomorfológicos, donde adoptan morfologías de diversidad y entidad muy variable. En 2009, el conocimiento científico disponible sobre el HIC 7220* permitió a los expertos proponer una nueva nomenclatura adaptada a España para este hábitat como “Formaciones tobáceas generadas por comunidades briofíticas en aguas carbonatadas” [2]. La interpretación de esta nueva denominación contempla, entre otras cosas, que no todas las tobas calcáreas se relacionan con la comunidad de Cratoneurion (dominadas por el musgo Palustriella commutata), sino que en la precipitación de carbonato cálcico bioinducida pueden participar otras especies de plantas vasculares, briofitos, algas, bacterias y otros organismos unicelulares; y que las tobas se forman en muy diversos ambientes y posiciones adicionales a los propios de los manantiales petrificantes, como los ambientes fluviales (Foto 2) y lacustres (Foto 3).

Este cambio de consideración del HIC 7220* para su adaptación a la realidad española implica la necesidad de contemplar nuevos ámbitos espaciales de distribución de este hábitat para su identificación y nuevos protocolos de recopilación de información, orientados a su caracterización, cartografiado, seguimiento y evaluación de su estado de conservación, en los inventarios nacional y autonómicos. Para facilitar esta tarea a las autoridades compententes en materia de conservación, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) desarrolló una metodología específica recomendada para su aplicación al HIC 7220* a nivel estatal [3]. Pero esta metodología no se había aplicado en la práctica hasta ahora.
Actualización del inventario de sistemas tobáceos de la provincia de Cuenca
 
La provincia de Cuenca es una de las más importantes en España en lo que a presencia de depósitos tobáceos se refiere. El inventario cartográfico nacional elaborado en 2005 incluía 30 enclaves con formaciones tobáceas en territorio conquense, mientras que el inventario cartográfico provincial elaborado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (JCCM) desde el año 2000 incluía un total de 46 enclaves hasta el año 2020. Estos inventarios carecían de información homogénea categorizada que identificase, caracterizase y clasificase el HIC 7220* y/o estuviese orientada a evaluar su estado de conservación de forma sistemática en concordancia con la nueva nomenclatura y descripción del HIC 7220* propuesta para España y con la nueva metodología recomendada para su monitorización. De este modo, el camino hacia la conservación efectiva del HIC 7220* en Cuenca pasaba por la actualización del inventario provincial (Figura 1).

  
  
 
  
  
 
Figura 1
Una vez elaborado un listado de enclaves tobáceos potenciales no incluidos en los inventarios cartográficos previos, mediante exploración bibliográfica y topográfica (toponimia) y a través de la consulta a informadores locales y agentes medioambientales, tanto los enclaves potencialmente nuevos como los ya inventariados (para su revisión) fueron calendarizados para su visita en campo entre los meses de julio y septiembre de 2021. Como resultado, en esta imagen se muestran los 119 enclaves con sistemas tobáceos que forman el HIC 7220* en la provincia de Cuenca.


Recopilar toda la información necesaria para ello requirió de un intenso esfuerzo de prospección y trabajo campo, así como del posterior análisis de la información reunida para su correcta presentación en forma de fichas diagnósticas (Figura 2). Como resultado, el inventario actualizado incluye un total de 119 enclaves tobáceos, de los cuales el 56,3% no estaban incluidos en los inventarios previos. Éstos han sido clasificados como tobas asociadas a surgencias kársticas (40,3%), tobas asociadas a sistemas fluviales (37,8%) o tobas en sistemas lacustres y palustres (1,7%). Algunos de los enclaves inventariados fueron considerados como una mezcla de distintas tipologías de tobas (1,7%), mientras que para el 18,5% la tipología no pudo ser determinada con fiabilidad. Respecto a su estado de conservación global, el 25,2% de las formaciones tobáceas inventariadas recibieron la consideración de encontrarse en estado “Óptimo”, el 31,1% podrían encontrarse en estado “Subóptimo”, y solo el 1,7% de los enclaves inventariados podrían tener un estado de conservación global “Malo”. Para el 42% de los enclaves no fue posible estimar su estado global de conservación de forma razonable.

  
  
 
  
  
 
Figura 2
Las fichas diagnósticas de cada enclave tobáceo inventariado incluyen información identificativa y de ubicación geográfica, la representación cartográfica de su delimitación, su clasificación de acuerdo a la nueva nomenclatura y descripción propuesta para España, su caracterización general en base a una serie de factores intrínsecos fundamentales (tasa de precipitación anual de carbonatos, dimensiones de la parte activa y/o estacionalmente inactiva de la formación tobácea, grado de colonización vegetal y presencia de especies botánicas diagnósticas y/o características del HIC 7220*), y una estima de su estado de conservación a partir de la valoración cualitativa (Óptimo, Subóptimo y Malo) del grado de afección de nueve factores extrínsecos (presiones y amenazadas) con efectos directos. En esta imagen se muestra, a modo de ejemplo, la representación de la cartografía propuesta para el sistema tobáceo de La Balsa de Valdemoro, uno de los más destacados de la provincia de Cuenca por su tamaño. Se muestra el área previamente inventariada (en naranja), la propuesta de ampliación del hábitat en este enclave de acuerdo a la nueva metodología (en amarillo, que incluye la parte activa e inactiva temporal del sistema), y el rango del sistema (en azul), que es el área de la unidad funcional del sistema con la conexión hidrológica del manantial de la Fuente de la Balsa hasta su desembocadura en el río Guadazaón.
Adaptaciones sobre la metodología recomendada
 
Caracterizar y determinar el estado de conservación de un enclave tobáceo requiere estudiar los factores intrínsecos y extrínsecos de los que depende su estructura y funcionamiento. Sin embargo, atender a la mayoría de los factores intrínsecos cuantitativos (como el pH, la conductividad y los contenidos en bicarbonato, sulfatos, nitratos y fosfatos del agua) requiere la aplicación de instrumental y metodologías analíticas más o menos complejas, lo que puede minar su usabilidad práctica por parte de las entidades públicas con competencias en la monitorización y la gestión de estos espacios naturales. A ello hay que añadir el encarecimiento de las labores de seguimiento cuando el estudio de estos parámetros debe abarcar un número elevado de enclaves y/o contar con el apoyo de personal experto en diversos aspectos medioambientales.

El objetivo primordial que nos propusimos con la actualización del inventario de las tobas de Cuenca fue aumentar el número de enclaves identificados en la provincia, caracterizándolos, cartografiándolos y evaluando de forma preliminar su estado de conservación en base a aspectos prácticos y relativamente sencillos, con potencialidad de ser aplicados de forma efectiva por la administración competente y sus técnicos. Para ello tomamos como referencia la metodología recomendada para el seguimiento del HIC 7220*, pero nos centramos en recabar información cualitativa básica respecto a algunos factores intrínsecos relativamente fáciles de estimar de forma visual por personal convenientemente formado y entrenado (como el grado de colonización vegetal o la tasa de precipitación de carbonatos), con la intención de que pueda servir como punto de partida para futuros estudios específicos más detallados (Figura 3). En este sentido, hemos notado la necesidad de disponer de métodos que faciliten el trabajo a los técnicos y gestores a la hora de valorar determinados parámetros funcionales de un sistema tobáceo en la práctica, de modo que se fomente de forma general la aplicación íntegra de la metodología recomendada por el MITECO.

  
  
 
  
  
 
Figura 3
Algunos factores intrínsecos especialmente relevantes para la funcionalidad de los sistemas tobáceos, como la tasa de precipitación anual de carbonatos y el grado de colonización vegetal, fueron estimados de forma cualitativa mediante una escala categórica, adaptando de este modo la metodología propuesta por el MITECO con el fin de que medir determinados parámetros fuera más práctico y accesible a efectos de caracterización del hábitat por parte de los gestores y técnicos competentes en materia de conservación. En estas imágenes se puede observar un enclave tobáceo que forma el HIC 7220* con una tasa de precipitación anual de carbonatos baja (A) y alta (B), y con un grado de colonización vegetal bajo (C) y alto (D).
Aportaciones para la identificación de briófitos diagnósticos
 
En relación con esto, tipificar un sistema tobáceo como generador del HIC 7220* y valorar su estado de conservación exige identificar las especies de briófitos diagnósticas y/o características del hábitat. Sin embargo, esta identificación suele requerir la recolección de muestras en sobres de papel, su secado y su posterior análisis por personal experto en el laboratorio mediante una lupa binocular o microscopio óptico, lo que puede dificultar la correcta aplicabilidad de este parámetro intrínseco en la práctica. Por ello, en este trabajo optamos por la observación en campo de los caracteres morfo-estructurales macroscópicos (superficiales) de las especies de briófitos y su estudio a partir de imágenes macro de detalle tras el debido ejercicio previo de entrenamiento en este ámbito. Con el fin de otorgar robustez a esta parte del trabajo, establecimos un convenio de colaboración con expertos en el estudio de la flora briofítica ibérica del Departamento de Botánica y Geología de la Universidad de Valencia, que consistió en el envío de una muestra representativa de las fotografías macro de detalle que se habían tomado en campo de las especies de briófitos detectadas en las formaciones tobáceas inventariadas, para que los expertos pudieran revisar (y, en su caso, verificar o corregir) la identificación realizada por el personal no experto en campo (Figura 4). Los resultados de esta colaboración muestran que el margen de error de la identificación visual de las especies de briófitos en campo por el personal no experto fue del 18,1%, lo que llevó a los expertos a concluir que, a efectos de caracterización del hábitat, la identificación visual en campo y/o a través de imágenes macro de detalle tomadas en campo por personal adecuadamente entrenado puede ofrecer una alternativa razonablemente aceptable para la identificación de muchos de los taxones potencialmente presentes en las formaciones tobáceas que forman el HIC 7220*.

  
  
 
  
  
 
Figura 4
Ejemplo de la muestra representativa de 302 imágenes de briófitos que fueron enviadas a los expertos de la Universidad de Valencia para validar la identifcación realizada en campo por parte de personal no experto, aunque adecuadamente formado y entrenado. Los expertos en briófitos clasificaron las imágenes como “fiables” (muestras correctamente identificadas por el personal no experto en campo), “parcialmente fiables” (muestras parcialmente identificadas, al incluirse en la imagen más de una especie identificada, de las cuales al menos una se ha podido identificar con fiabilidad y otra es incorrecta o dudosa), “incorrectas” (muestra incorrectamente identificada) y “dudosas” (la imagen no permite identificar con seguridad la especie o especies fotografiadas porque no presenta suficiente calidad o no muestra los rasgos necesarios para discriminar entre distintas especies probables). Cabe señalar que el 43,2% de las imágenes identificadas como dudosas se corresponden a un conjunto de 3 especies (Didymodon tophaceus, Eucladium verticillatum e Hymenostylium recurvirostrum) que son macroscópicamente muy similares, resultando indiferente (a efectos de caracterización del hábitat) la presencia de una u otra, ya que todas son características del HIC 7220* y la confusión con otras especies ajenas a este hábitat es poco probable.
El camino para la conservación de los sistemas tobáceos debe continuar
 
Vista general del sistema tobáceo de la Balsa de Valdemoro, un buen ejemplo de surgencia kárstica de ladera con desarrollo de terrazas escalonadas, una de las tipologías de formaciones tobáceas establecidas en la nueva interpretación del HIC 7220* adaptada a España.

Una vez superado el primer conflicto asociado a la conservación de los sistemas tobáceos que forman el HIC 7220*, que es su tipificación y caracterización, el siguiente paso debe ser el establecimiento de un programa de seguimiento que permita deducir lo que previsiblemente pueda ocurrir con el tipo de hábitat en el futuro, respecto a si está ganando o perdiendo superficie o a cómo están evolucionando las comunidades biológicas asociadas. Dicho seguimiento, que originalmente podría centrarse en una selección representativa de los enclaves inventariados y cuya periodicidad no debería exceder los 6 años, debe orientarse a la adopción de medidas de gestión enfocadas a la conservación de las tobas sin intervenciones, eliminando o evitando cualquier daño derivado de las actividades humanas, así como a favorecer procesos de recuperación en aquellos enclaves en los que se hayan identificado agresiones que estén afectando a su dinámica natural.

Por otro lado, sería recomendable valorar la posible designación de determinadas áreas de la geografía conquense como “Áreas importantes para briófitos”, ya que es probable que determinadas zonas de la provincia de Cuenca cumplan con los criterios establecidos para ello, precisamente por su relativa alta representatividad del HIC 7220*. Estas “microrreservas” de flora tienen por fin fundamental la creación de una red representativa de la biodiversidad vegetal, en este caso de especies de briófitos íntimamente ligadas al HIC 7220*, por lo que podría contribuir positivamente a la necesidad de investigación, conservación y protección de este tipo de hábitat. Como punto de partida para más investigación futura en este sentido, destaca el municipio serrano de Fuertescusa y la cuenca fluvial del río Escabas por ser los territorios donde se han registrado las densidades relativas más altas de sistemas tobáceos inventariados por unidad de superficie en la provincia de Cuenca.

Detalle de una barrera tobácea litoral formada en el borde de la Laguna del Marquesado, un humedal kárstico ubicado sobre uno de los afloramientos de toba fósil más importantes de la Serranía de Cuenca. Fotografía: Desislava Vasileva.


A pesar de que el presente trabajo no proporciona más que una primera aproximación a la caracterización del estado de conservación de los sistemas tobáceos que forman el HIC 7220* de acuerdo a su nueva definición adaptada a España para este tipo de hábitat, puede ser un buen punto de partida para futuros esfuerzos científico-técnicos vinculados con su estudio y conservación, así como para que otros territorios se pongan al día con sus inventarios de acuerdo a los nuevos procedimientos metodológicos recomendados.
Agradecimientos
 
Este trabajo ha sido posible gracias a una ayuda para el mantenimiento y mejora de la biodiversidad en acciones que repercuten en el estado de conservación de la Red Natura 2000, concedida por la Consejería de Desarrollo Sostenible a Stipa & Azeral Environmental Services S. L., en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha 2014-2020 (Expediente Nº BD-2018-B16279150-01-01 con Clave PC BD2018-16-000-0008). Nuestro agradecimiento también para el Dr. José Gabriel Segarra Moragues y la Dra. María Felisa Puche Pinazo, del Departamento de Botánica y Geología de la Universidad de Valencia, por sus aportaciones en la identificación de las especies de briófitos; y a los agentes medioambientales de la Delegación Provincial de la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a Enrique Montero (Jefe de Sección del Servicio de Medio Natural y Biodiversidad de Cuenca) y Sergio Abarca (Savia Ecoturismo) por sus aportaciones para optimizar el trabajo de campo.

Detalle de una barrera tobácea litoral formada en el borde de la Laguna del Marquesado, un humedal kárstico ubicado sobre uno de los afloramientos de toba fósil más importantes de la Serranía de Cuenca.
 
  
 
Bibliografía

  1. González Martín, J. A., González Amuchastegui, Mª. J. (Eds.). 2014. Las tobas en España. Sociedad Española de Geomorfología. Badajoz. 418 p.

  2. Carcavilla, L., De la Hera, A., Fidalgo, C., González, J. A. 2009. 7220 Formaciones tobáceas generadas por comunidades briofíticas en aguas carbonatadas (*). En: VV. AA., Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de interés comunitario en España. Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. Madrid.

  3. VV. AA. 2019. Serie “Metodologías para el seguimiento del estado de conservación de los tipos de hábitat”. Ministerio para la Transición Ecológica. Madrid.

Desislava Vasileva, Carolina Martínez-Jaraiz & Jaime Rodríguez-Estival Stipa Environmental Consulting | Stipa & Azeral Environmental Services, S. L.
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