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  EDUCACIóN AMBIENTAL
 
 
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Un poco de historia
 
Desde el año 2008, El Chaparrillo cuenta con un edificio específico para actividades de educación ambiental.

La finca “El Chaparrillo”, ubicada a la altura del kilómetro 4 de la carretera de Porzuna, en las cercanías de Ciudad Real, comenzó su actividad en los años sesenta del pasado siglo como vivero forestal. En 1977 se creó el Centro de Astacicultura, dedicado a la cría del cangrejo autóctono, y que convirtió al Chaparrillo en una referencia a nivel nacional en la cría de esta especie vulnerable, cada vez más rara en nuestros ríos.

En 1987 se inaugura el edificio principal, sede de los departamentos de investigación, del Laboratorio Pecuario Provincial y de la Estación Regional de Avisos Agrícolas. Estas nuevas instalaciones permitieron al Chaparrillo posicionarse como un centro de referencia en investigación agraria y ganadera, y liderar en nuestra región la introducción de nuevos cultivos, como el del pistacho, y contribuir a la protección de nuestros cultivos tradicionales de las enfermedades y plagas que les afectan.

A principios de la década de los noventa se crea en la finca un centro de recuperación de fauna, integrado en la Red de Centros de Recuperación de Castilla-La Mancha, destinado a la rehabilitación de ejemplares de fauna y su posterior reintroducción en el medio natural. Este centro acabará convirtiéndose en 2013 en una instalación clave para el seguimiento sanitario y la reintroducción del lince ibérico en nuestra región.

Como se ve, el centro fue convirtiéndose paulatinamente en un complejo multidisciplinar con instalaciones destinadas a distintas finalidades relacionadas con la conservación del medio ambiente, lo que lo dotaba de un potencial educativo que no pasó desapercibido para el personal de la Delegación Provincial de la entonces Consejería de Agricultura. Fue por ello que en 1999 se decidió abrir un hueco a la educación ambiental en el Chaparrillo, iniciando así lo que acabaría convirtiéndose en un programa educativo ambiental.

Las primeras actuaciones se orientaron a proporcionar a los colegios de la zona un lugar donde los alumnos pudieran tener un contacto con la naturaleza, y conocer de primera mano los trabajos para cuidar a algunas de las especies más amenazadas de nuestros ecosistemas.

Desde entonces hasta ahora se ha hecho un importante esfuerzo por adaptar algunas de las instalaciones a esta finalidad educativa, e incluso se han creado infraestructuras específicas para este cometido, que convierten al Chaparrillo en un marco ideal para la educación ambiental.
Contacto con la naturaleza
 
Como se ha dicho, la finalidad inicial de la finca fue servir de vivero forestal, donde se cultivaban plantas destinadas a la repoblación de nuestros bosques. Esta actividad, aunque sigue estando presente, ha perdido protagonismo dentro del conjunto de actividades del centro. Así, algunas de las eras que en los primeros se dedicaban al cultivo del Taray, se han convertido hoy en un tarayal a través del que discurre una senda que va a desembocar a un pequeño humedal artificial, que reproduce así uno de los ecosistemas característicos de nuestra región: el de los humedales manchegos. También como resto de la actividad de cultivo de planta forestal, encontramos un pequeño pinar, que ejemplifica las formaciones boscosas de este tipo con las que contamos en Castilla-La Mancha.

En otra de las zonas antes dedicadas a eras de cultivo, se ha recreado de forma artificial una ría o arroyo, en torno al cual se han reproducido algunos de los hábitat vinculados a nuestros cauces fluviales. De esta forma, El Chaparrillo nos permite un acercamiento a la naturaleza.

Y por supuesto, aunque ya no es la actividad principal del centro, el cultivo de planta forestal sigue estando presente en el Chaparrillo, que aún hoy produce planta destinada a la repoblación con especies amenazadas, y a la cesión a entidades locales de la provincia para plantaciones vinculadas a actividades de educación ambiental. Así durante la visita educativa, todavía podemos ver semilleros, umbráculos e invernaderos para el cultivo forestal, y conocer cómo se obtienen y conservan las semillas de diferentes especies de plantas autóctonas para su posterior germinado, y cultivo.
El centro de astacicultura
 
Podemos encontrar una reproducción de un humedal natural, que nos permite acercar a los visitantes a este tipo de ecosistemas.

Como ya hemos comentado, el Chaparrillo es un centro de referencia en la conservación del cangrejo de río autóctono. Junto con la astacifactoría de Rillo de Gallo, en Guadalajara, constituyen las dos únicas instalaciones de cría, en cantidad significativa, de esta especie en toda España, siendo El Chaparrillo el principal centro de reproducción de la especie. Esto ha permitido que desde los años ochenta del siglo pasado en nuestra región se venga realizando un programa de repoblación anual, consistente en la introducción otoñal de los ejemplares criados en estas dos astacifactorías en aquellos tramos de ríos que mantienen todavía condiciones adecuadas para la supervivencia de la especie.

Durante la visita al centro, podemos observar las piscinas donde se lleva a cabo la cría del cangrejo, y con la colaboración del personal encargado de las labores de cría, podemos observar algunos ejemplares in situ, lo que nos servirá para adquirir algunas nociones sobre la morfología del cangrejo y sus distintas fases de desarrollo, así como las amenazas que pesan sobre esta especie, y la importancia de la labor de cría y reintroducción que se viene realizando.

  
 
El Chaparrillo cuenta con un programa educativo, adaptado a distintos tipos de destinatarios, que es impartido por un equipo de educadores ambientales cualificados.

Nuestras especies más emblemáticas
 
El visitante tiene la ocasión de ver en directo ejemplares de algunas de las especies más emblemáticas de nuestra fauna.
 
El centro de recuperación de fauna silvestre es otro de los núcleos de actividad de El Chaparrillo. Dedicado a atender e intentar ayudar a todos los ejemplares de especies protegidas de la provincia que ingresan cada año, esta instalación lleva a cabo una labor encomiable en la atención de especies emblemáticas como el Lince ibérico, el Águila imperial o el Buitre negro.

Durante la última década el centro ha dado asistencia a más de 5.000 ejemplares de distintas especies, más de la mitad de los cuales fueron recuperados y reintroducidos al medio natural. Sin embargo, no siempre es posible el retorno de estos animales a su hábitat, ya que a veces, aunque se haya garantizado su supervivencia, los ejemplares presentan lesiones que hacen imposible su vida en libertad. El Chaparrillo cuenta con una colección de 85 ejemplares de este tipo, que cumplen una función didáctica, permitiendo su observación a través de unos miradores habilitados al afecto.

De esta forma los visitantes tienen la oportunidad de ver en directo águilas imperiales, buitres negros y leonados, milanos y otras especies amenazadas, en voladeros que intentan reproducir unas condiciones lo más parecidas posible a las naturales. En este entorno, los visitantes pueden conocer las principales causas que motivan el ingreso de animales en el centro de recuperación de fauna, y con ello tener una aproximación a las principales amenazas que pesan sobre nuestras especies amenazadas, y a los trabajos que desde la administración se realizan para su conservación.

Además, se aprovecha cuando se va a reintroducir al medio natural a un ejemplar recuperado para invitar a particulares y/o colectivos, que pueden de esta forma asistir a la reintroducción de un ejemplar en su medio en el marco de una actividad didáctica.

La producción de planta forestal sigue siendo una de las finalidades de El Chaparrillo.
Un espacio ideal para la educación ambiental
 
La cría del cangrejo autóctono es otra de las actividades del centro que está incorporada al programa educativo.

La vocación educativa ambiental de El Chaparrillo se vio consagrada en 2007 con su inclusión como Centro Provincial de Educación Ambiental en el Decreto 26/2007, de 3 de abril, por el que se creó la Red de Equipamientos para la Educación Ambiental de Castilla-La Mancha. Un año después se inauguró un edificio específico para tareas de educación ambiental que actualmente se encuentra cerrado pendiente de obras de reparación. Este edificio, que actualmente se encuentra en fase de reparación, cuenta con un espacio para realización de actividades formativas y talleres, y un área para exposiciones.

Recientemente se ha dotado a la instalación de un anfiteatro al aire libre.

Recientemente también se ha dotado al centro de un anfiteatro al aire libre, para el desarrollo de actividades educativas cuando las condiciones meteorológicas no sean adversas. Junto con el edificio de educación ambiental, el resto de instalaciones que hemos mencionado, y los itinerarios que los vinculan a todos ellos, constituyen un escenario apropiado para el desarrollo de un programa de educación Ambiental.

  
 
Las distintas actividades de este centro multidisciplinar, suponen una oportunidad perfecta para conocer las labores de conservación y protección del medio ambiente que se realizan desde la Administración.


 
Aunque la actividad educativa ambiental del CPEA El Chaparrillo se centró inicialmente en la población escolar, con el tiempo se ha ido extendiendo a otros tipos de destinatarios, como asociaciones y colectivos o, más recientemente, grupos familiares. En la actualidad, el programa educativo de El Chaparrillo está integrado en la Estrategia de Educación Ambiental de Castilla-La Mancha, y es llevado a cabo por un equipo cualificado de educadores ambientales. Está adaptado a los distintos tipos de destinatarios, contando con actividades específicas para alumnos de educación primaria, educación secundaria, público familiar, y público en general. Los días de la semana se dedican a centros docentes y grupos organizados, y los sábados a público familiar.

 
Espacios para descubrir
Las actividades que se ofertan comprenden la conservación de la biodiversidad, incluyendo los principales ecosistemas de nuestra región, sus especies más representativas, la importancia de los humedales, las amenazas a la biodiversidad, como la introducción de especies exóticas invasoras, o cómo podemos contribuir a la conservación de nuestro entorno en nuestro día a día. Pero también incluyen otros aspectos, como la economía circular, la sostenibilidad ambiental, o la lucha contra el cambio climático.




Espacios para descubrir
 
Durante el recorrido por las distintas instalaciones del centro, se van abordando estos aspectos, buscando siempre un enfoque que compatibilice lo lúdico con lo didáctico, para que, de una forma amena, podamos aprovechar la oportunidad que supone la visita al centro para divulgar los valores naturales de la provincia de Ciudad Real, difundir las labores de conservación que se realizan desde la Administración, y para buscar la sensibilización, complicidad e implicación de la ciudadanía.

En resumen, el CPEA El Chaparrillo no es sólo un espacio para reencontrarnos con la naturaleza, sino toda una invitación a comprometernos con la defensa y conservación de nuestro entorno.

Si estás interesado en conocerlo y visitarlo, puedes obtener más información en eduambientalcr@jccm.es. Tu visita puede ser un buen primer paso en el compromiso con la sostenibilidad.
Antonio Ignacio Ayuga Sánchez Mora
Servicio de Medio Ambiente. Delegación de Desarrollo Sostenible de Ciudad Real
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